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Columnas: Las ricas humitas se multiplican en estos días

En estos especiales días de la Semana Santa que acaba de pasar y de las vacaciones estudiantiles que ya terminan, la preparación de las humitas de choclo ocupa su sitial de honor.

En estos especiales días de la Semana Santa que acaba de pasar y de las vacaciones estudiantiles que ya terminan, la preparación de las humitas de choclo ocupa su sitial de honor, siendo entonces necesario enfatizar que esta tarea es todo un arte, dependiendo de la habilidad y la calidad de los ingredientes para obtener un producto “de exportación”. En verdad no se trata de seleccionar el choclo tierno, sino la forma cómo se lo combina. Ya molido el choclo con la masa en que el sitial de honor lo ocupan la calidad de cuajada de queso, la consistencia de la masa del choclo tierno y el tiempo de cocción para que no se convierta en un bloque de masa.

Además es importante la envoltura con las hojas tiernas del choclo y el tiempo de cocción. ¿Es esto un arte, habilidad o como quiera llamarse...? Lo básico es no pasarse del tiempo de cocción y que los ingredientes llamen al potencial consumidor.

(En algunas poblaciones de la Sierra aún las dicen “choclotandas” a las humitas)

Muchos han pensado en la preparación casi lista capaz de que con un hervor esté lista la humita. Diría que no es lo mismo el sabor dado por lo instantáneo de la preparación, tiempo de cocción y el “sígueme, sígueme” que lleva la masa.

Pero no se desanime, una humita recién sacada de la olla es un manjar para no olvidar nunca. Y si alguien le enseña a prepararla, usted se volverá adicto a las mejores humitas del mundo, que son las elaboradas en el Ecuador.