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Opinión

Editorial: Medicina caducada en el IESS

La Contraloría acaba de informar de una grave situación que afecta a los pacientes del hospital del IESS Carlos Andrade Marín de Quito. Y se trata del descubrimiento de una gran cantidad de medicinas caducadas que permanecen en las bodegas de este centro de salud, además de comprobarse que se ha hecho, por algunos millones de dólares, compras de insumos innecesarios para favorecer económicamente a ciertos funcionarios del organismo, lo cual exige una investigación prolija para enjuiciar y sentenciar a los responsables.

Este caso, que forma parte de todo un sistema de corrupción que imperó en la administración del correato y también en el régimen actual, demuestra no solo la ambición de ciertos burócratas, sino también su desprecio por la vida de sus semejantes.

Y es que, en varias oportunidades, pacientes víctimas de enfermedades catastróficas fallecen por falta de medicamentos que han permanecido embodegados sin darle la utilidad para los que fueron adquiridos.

Esta culpabilidad se demuestra, además, por el hecho de que los servidores del IESS, al comienzo y fin de su gestión, no han suscrito las actas de entrega-recepción de las bodegas a su cargo.