Editorial: Delincuencia que crece y crece

El problema de la inseguridad, que ha aumentado notablemente a nivel nacional, se deja sentir sobre todo en Guayaquil, quizá por su creciente población y por ser su actividad comercial la más dinámica del país, lo cual es aprovechado por la delincuencia para sacar el mayor provecho a través de robos, crímenes, violaciones, etc.

Existe una tendencia al alza de la acción delincuencial que sufrimos. Y se revela que durante este año el número de asaltos supera –y hasta casi duplica- los del 2018.

Las causas de esta problemática son no solamente el aumento poblacional, las necesidades imperiosas ante el desempleo, la falta de formación, sino también una creciente ola migratoria que surgió por la liberalidad para entrar al país desde el régimen pasado, lo cual este Gobierno trata de corregir.

En este flujo migratorio se produce la diáspora venezolana que ha dado por resultado, entre miles de familias honestas que buscan nuevos horizontes lejos de la terrible crisis económica y humana de su país, que ingrese también un buen número de delincuentes.

A todo esto hay que sumar la escasez policial por falta de más efectivos y vehículos para su oportuna movilización.