Desde la redacción: La nueva fanesca de la Supercom

Por: Juan Manuel Yépez @juanmayepez

La interculturalidad es la nueva fanesca de la Supercom, llena de imprecisiones e ingredientes jurídicos que nadie entiende, ni siquiera el Cordicom. Pero vamos al grano. La comisaría trata de cocinar la receta de que una nota periodística de este tipo debe tener el cinco por ciento de cosmovisión andina, adobada en saberes ancestrales y macerada en culturas y tradiciones milenarias indígenas, afroecuatorianas y montuvias. De lo contrario, este menjurje carecería de todo valor intercultural, como si nuestra historia se fundamentara exclusivamente en la confección de telares o en la interpretación de la marimba y no en su lucha social. Si la Constitución de la República reconoce al Ecuador como un país multiétnico y pluricultural, es lógico que todo este crisol de razas deba convivir en tiempos históricos definidos, es decir que las comunidades indígenas no sean concebidas ni estigmatizadas como reservaciones folclóricas, sino como protagonistas de la realidad nacional. Con esta limitada concepción de la cultura, se está condenando a los pueblos originarios a la discriminación, quitándoles su derecho a opinar y a participar en las decisiones políticas trascendentales. La propia Ley de Comunicación los confina a eso. ¿Acaso la comunidad italiana, española, oriental o estadounidense radicada en el Ecuador no comparte sus tradiciones con las nuestras? ¿Por qué este sincretismo no es considerado intercultural? Pues porque sencillamente quieren imponer su criterio para regular a los medios con cualquier cosa traída de los cabellos. Recuerden el papelón que hicieron cuando se escandalizaron con las fotos de chicas en bikini. Cuidado, que esta fanesca también los puede indigestar.