Resulta lamentable reconocer que el poder político, social y económico es controlado, en buena parte, por los negativos elementos que promueven el narcotráfico. Su dominio es total, por eso muchas personas honestas no quieren incursionar en el campo de la política, porque al final de las cosas serán controlados por los narcotraficantes.

Parece increíble que las personas, conociendo el perjuicio que causan las drogas, consumen sin limitación, llegando el caso que cuando no tienen dinero, en este caso allí nace un delincuente. Esta situación se repite en los sectores populares, de manera especial entre cientos de estudiantes de los establecimientos educativos.

Entre las drogas consideradas por algunos como afrodisíacas y de menor valor se encuentra el tabaco, que se compra y vende libremente en cualquier lugar, a pesar de que ese humo asesino puede ir matando poco a poco al consumidor.

Es necesario hacer conciencia para el cáncer que afecta a la sociedad, por lo cual debemos impulsar una campaña profunda para tratar de reducir el dispendio del cigarrillo, que es dañino para la salud, pero sobre todo porque se constituye con la enfermedad que previamente no presenta síntomas, sino solamente cuando ya está avanzada, es decir cuando ya es poco lo que se puede hacer.

En los actuales momentos, en la mayoría de las tiendas de abarrotes se venden cigarrillos extranjeros de contrabando a tan bajo precio, que se constituye en una invitación para consumirlos.