Opinión
Nuevos cambios en el Gran Guayaquil
La expansión urbana parece inevitable e indetenible. Por eso todos tienen el deber de adaptarse a las cambiantes condiciones, hechos y problemas de la vida social en ellas. Guayaquil y sus vecinos cantones han experimentado cambios que se extenderán más y más.
Pocos son conscientes de que esa expansión de las ciudades grandes, medianas y pequeñas trae nuevos modos de vida, dificultades de diversa índole, con múltiples formas de convivencia. Hoy las urbes son colectividades en las que no solo se expresa la vida moderna sino importantes tradiciones de ella.
Por eso el ciudadano tiene que aprender a coexistir, enfrentar y resolver no solo conflictos de convivencia familiar, humana, vecinal, sino también otros como: delincuencia, sicariato, drogadicción, robos, narcotráfico y microtráfico, corrupción, etc. También otros del campo psicológico, pues cada habitante reacciona de diferente modo de vida.
Sin embargo, cualquiera que sea la justa reacción de ellos ante los diversos y múltiples problemas que tienen que enfrentar, hay un deber cívico y fundamental que deben asumir todos: Cuidar, proteger y aprender a convivir con la diversidad de culturas que en ellas se expresan, con diversidad y dinamismo.