Sin embargo de las optimistas informaciones que se han dado desde la Gobernación del Guayas de que el índice de la acción delincuencial había decrecido este año, el colectivo nacional viene recibiendo a diario noticias sobre audaces asaltos, crímenes, estafas y violaciones.

Con el agravante de que a pesar de la eficiente acción policial, persiguiendo y capturando a numerosas bandas que atentan contra la seguridad nacional, los jueces, aduciendo una legislación judicial poco severa, no pueden imponer las sanciones que merecen quienes atentan contra la seguridad, propiedad y hasta la propia vida de sus víctimas.

Se ha dado el caso de ladrones y hasta criminales que en su historial delictivo cuentan con un impresionante número de detenciones, entrando y saliendo de las cárceles “como Pedro por su casa”.

Ante tan preocupante realidad, recién se reunieron en Guayaquil las autoridades municipales y policiales, contando con la presencia de periodistas, quienes analizaron esta situación y se plantearon propuestas contra la inseguridad, destacando la necesidad de reformas urgentes a leyes que ahora benefician a los detenidos por el cometimiento de acciones criminales. Ojalá quienes legislan no hagan oídos sordos ante este justo clamor.