Ecuador cierra el 2022 con una tasa de 25,32 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. La más alta en la historia del país. Estremecedora y dura realidad de un país donde sus principales autoridades han instaurado la narrativa de que el aumento de la violencia se debe a una respuesta al narcotráfico por parte del Gobierno.

Pero este ‘mal’, que ha cobrado la vida de 4.500 personas, no se ‘cura’ con más policías en las calles (como medida inmediata ante los ataques de organizaciones criminales), también se necesita un tratamiento urgente que reduzca las desigualdades, terreno aprovechado por los criminales, ante la ausencia del Estado, para involucrar a jóvenes en actividades ilegales, ante el escaso futuro que se vislumbra.

¿El Gobierno podrá contra el crimen en 2023?

“No creo que se pueda controlar eso. Al Gobierno no se le ven ni las ganas ni la voluntad de manejar un problema así de grave, y eso es lo principal”.

“Estoy entre sí y no, todo es probable. Creo más que sí porque se quiere militarizar las vías y esa puede ser una salida eficiente al problema, lo que se necesita”.