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Opinión

Editorial: Desatención de ‘puntos calientes’

Los radares apuntan a Guayas, donde los sicarios hacen de las suyas y los crímenes ocurren a diario. Pero este no es el único ‘punto caliente’ del país. Hay otras provincias donde las ‘papas también queman’ y, sin embargo, las autoridades parecen haber olvidado dirigir sus esfuerzos a aquellas zonas que necesitan un freno.

Esmeraldas, por ejemplo, está sumida en una extrema violencia. Varios de sus poblados están tomados por organizaciones narcocriminales que tienen aterrados a los habitantes. El registro de asesinatos crece cada día,pero es rarísimo escuchar sobre las medidas que se podrían tomar (o que ya se están ejecutando) para poner un alto a la ola de criminalidad que los inunda.

Claro que en Guayaquil, capital de Guayas, hay más habitantes. Es una de las ciudades más importantes de Ecuador y cuenta con un alto flujo de turistas. Pero eso no significa que deba ser el objetivo único de la Policía Nacional o demás autoridades de seguridad, mientras se desatienden los demás ‘puntos calientes’.

Porque así como se producen masacres en el Puerto Principal (como ocurrió en la Playita del Guasmo), a más de 700 kilómetros de allí, en Lago Agrio, Sucumbíos, también ocurren matanzas (una de ellas registrada en enero de 2022), que al final del día se vuelven solamente hechos que más adelante se olvidan.

Es vital que la Policía y demás entes de control dirijan su enfoque también a provincias que ahora mismo se ahogan con los sicariatos y la criminalidad.