Editorial: Preocupación del turismo interno

La temporada que en este país ecuatorial calificamos como invierno, caracterizada por la pluviosidad los primeros meses de cada año, en esta vez ha sido mucho más intensa que desde hace varias décadas, un fenómeno que no solamente ha afectado al Ecuador, sino a otros países del continente como Perú, Chile, Colombia y Argentina. En el vecino país sureño se lo ha calificado como “Niño Costero”, aunque los climatólogos afirman que no es el fenómeno conocido como de “El Niño”.

Estas lluvias han causado no solo el desbordamiento de ríos, sino también el derrumbe de cerros, causando muerte y destrucción en zonas citadinas y agrarias tanto de la Costa como de la Sierra, interrumpiéndose además la comunicación por la destrucción de carreteras y puentes. Con un efecto económico también preocupante como es el alza del precio de los alimentos al interrumpirse la conexión entre las zonas de producción y las de mercadeo.

Y el turismo, importante fuente de ingresos para los sectores público y privado, sufre una fuerte baja, sobre todo por el deterioro de carreteras y caminos en varias zonas del país.