La marcha económica fiscal, una incógnita

A POCOS DÍAS del décimo mes del año, la política económica del nuevo gobierno es una incógnita, mientras altos elementos del propio régimen dan la impresión de que no terminan de ubicarse políticamente. O están con Lenín o, más bien, respaldan la abierta línea de un grupo de legisladores que, en forma descarada, se solidarizan con Correa (y con Glas, lógicamente) antes que con el gobierno al cual sirven ahora. Y esas actitudes dubitativas tienen que quedar plenamente aclaradas lo más pronto posible.

¿Se ha frenado el dispendio de los fondos públicos, tan común con Correa? Poco se hace. Sigue el exceso de ministerios y la frondosa burocracia en la Asamblea con “asesores”, ayudantes y más gastos de cada legislador, mientras que en el Poder Judicial se ha destapado la “olla de grillos” debido a lo cual se evidenció lo que era un secreto a voces, esto es que la mayoría de los jueces recibían mansitos, las órdenes impartidas desde Carondelet, con lo cual Lenín ha dicho que está abiertamente en desacuerdo, pues respeta la independencia del Poder Judicial.

Sigue llamando la atención que quienes están al frente de la marcha económica del Fisco son, en buena parte, casi los mismos del régimen anterior, quienes impulsaron al presidente saliente a decir que dejaba a su sucesor “la mesa servida” y la economía saneada, cuando la realidad es lo contrario, conforme lo ha denunciado Lenín más de una vez, aunque no los ha cambiado. ¿Por qué? ¡Vaya pregunta!