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Opinión
‘Minga’ o cómo sumar pobreza a la pobreza
“Minga: Reunión solidaria de amigos y vecinos para hacer algún trabajo en común, luego del cual comparten una generosa comida pagada por los beneficiados”.
“Minga: Reunión solidaria de amigos y vecinos para hacer algún trabajo en común, luego del cual comparten una generosa comida pagada por los beneficiados”.
La palabra, de origen quechua (minka), se volvió a recordar últimamente en Colombia, pero de la peor manera.
¿Por qué? Porque la ‘reunión solidaria’ resultó ser un bloqueo monumental a la principal vía del sur de Colombia por parte de centenares de indígenas de la zona del Cauca, algo que ha paralizado económicamente esa parte del país y de la frontera con Ecuador, generando pérdidas millonarias, un acto al margen del sentido común.
¿Cómo salir de la pobreza generando más pobreza? Un contrasentido que, no obstante, los ‘enmingados’ ven lógico porque supone una reclamación con fortaleza de los derechos vulnerados.
¿Se han puesto a pensar los indígenas en que el Estado colombiano carece de la capacidad económica para responder a las peticiones que arruinarían hasta al Estado más rico? Si no lo han pensado bien valdría la pena que hicieran la reflexión, no para dejar de reivindicar los derechos, sino para tomar caminos más sensatos a la hora de actuar. ¿Qué tal si prueban con cabildos abiertos y hablan de lo que sí interesa, entre otras cosas, no caerle al caído?
HECHO DEL DÍA. La venta de derivados de petróleo de Ecuador a Colombia por la crisis de la minga es un gesto de apoyo que solo merece gratitud.