Exclusivo
Opinión

Editorial: Una Asamblea trabajadora, no peleona

El país no puede permitirse otra legislatura ineficiente ni distraída en pugnas internas

Este periodo legislativo, que está por culminar, le deja al pueblo la misma sensación que los anteriores: pobre en calidad, alejado de las demandas sociales y con una agenda belicosa que responde únicamente a los intereses de ciertos partidos y movimientos políticos. En resumen, calificación baja, y no solo por las 31 leyes aprobadas, que son pocas en comparación con la Asamblea cesada por la ‘muerte cruzada’, sino también por los cientos de proyectos represados.

¿Qué le depara al país, entonces, con el nuevo periodo legislativo, en el que el oficialismo busca convertirse en la mayor fuerza política de Ecuador desde el Pleno del Parlamento? Esperamos que, de una vez por todas, se legisle en beneficio del pueblo; que le saquen las telarañas a proyectos importantes que permitan impulsar el desarrollo: la ley de minería, la revisión urgente del Código de la Niñez y Adolescencia, las reformas a la contratación pública, entre otros.

El país no puede permitirse otra legislatura ineficiente ni distraída en pugnas internas. La ciudadanía debe mantenerse vigilante, exigir resultados concretos y no bajar la guardia frente a quienes prometen cambios pero solo buscan acomodarse. El control popular es la única garantía de que la Asamblea Nacional recuerde a quién se debe: al pueblo.