Exclusivo
Opinión

Editorial: Destinos turísticos perdidos

Los feriados largos y los descuentos de IVA no bastan para reactivar el turismo en Ecuador. La inseguridad sigue alejando a los visitantes

Los feriados larguísimos, la reducción del IVA durante los días festivos y otras fórmulas que el Gobierno aplica para reanimar el turismo son apenas ‘curitas’ para un mal mayor: la inseguridad que espanta a los visitantes de los balnearios. En algunos lugares el impacto es mayor; en otros, los locales han aprendido a convivir con la violencia y las muertes.

La aparente calma en ciertas localidades no significa que todo sea ‘lindo y bello’. Esa tranquilidad oculta el dominio territorial de organizaciones narcodelictivas, por encima del trabajo policial. Los operadores turísticos y empresarios lo saben bien, por eso rezan para que durante los feriados lleguen más turistas que los fines de semana normales, cuando muchos ni se asoman por temor a la criminalidad.

Por ejemplo, en General Villamil (Playas), tras la matanza de julio en un billar, la ocupación hotelera disminuyó del 5 % al 10 %. Esta caída también arrastró a Engabao y Data de Posorja. Y ni qué decir de los balnearios de Manabí, donde el turismo interno proveniente de la Sierra se desplomó entre un 35 % y 50 %.

Esta es la tarea pendiente del Gobierno: garantizar seguridad constante, no solo para los visitantes, sino también para que los locales puedan trabajar tranquilos y ofrecer un servicio de calidad. Sin eso, todos los feriados, descuentos y campañas promocionales serán solo paliativos que no resuelven el verdadero problema.