Editorial: Una ‘entrevista’ amistosa
Le faltó salsa y picante. Es poco lo que los ecuatorianos han obtenido de los últimos debates presidenciales en la historia del país, porque a la repetida verborrea de los aspirantes, que dan vueltas y vueltas en lo mismo y nunca aterrizan la estrategia o plan para tener claro cómo mismo es que piensan ‘salvar’ a la nación, el de este domingo no pasó de ser una ‘entrevista’ amistosa en la que no se posicionó una idea.
No se vio a un empresario defendiendo con ardor al sistema con el que se identifica, ni poniendo en evidencia a su contendora, calificando de malos los postulados del socialismo del siglo XXI y a sus líderes, que sostienen que hay que mantener pobres a los pobres porque si se vuelven de clase media y progresan se hacen de derecha. Debió asimismo darse cabida al humor inteligente, pues podría haberse hecho referencia a que una candidata de izquierda usa personajes imaginarios de Marvel de ultraderecha para decir que va a combatir la corrupción.
Los presidenciables no estaban rindiendo un examen de buen comportamiento, estaban allí para demostrar la esencia misma de la que están constituidos cada uno de ellos. Plano, insustancial y vano fue este remedo de debate.