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Opinión
Editorial: Fracaso centenario
Barcelona, en su centenario, no solo quedó fuera de competencias internacionales, también aumentó la deuda con su historia
Barcelona fracasó en la Copa Libertadores. Así de simple. Su eliminación sin siquiera alcanzar la repesca de la Sudamericana confirma un resultado adverso en todo sentido, y más doloroso aún para su multitudinaria afición por ocurrir en el año de su centenario. ¡Quedó último en su grupo!
Sencillamente, el Ídolo no se preparó para cumplir, al menos, una participación honrosa en el principal torneo de la Conmebol. Esto, a pesar de contar con una plantilla envidiable por la calidad y los nombres de sus futbolistas. A nivel local, le ha alcanzado con un rendimiento irregular para ubicarse entre los líderes, pero sin convencer ni agradar al paladar del aficionado, en buena parte por la cuestionada gestión técnica.
La dirigencia insiste en “respetar el proceso” ante las críticas por el manejo institucional y deportivo. Pero respaldar un proceso implica coordinar acciones con un objetivo claro, y lo ocurrido en la Libertadores es otra muestra de que hay improvisación: en la planificación, en la organización de eventos e incluso en la gestión financiera. No es casual que, en un solo año, el pasivo del club amarillo haya aumentado en siete millones de dólares, alcanzando los 55 millones.
Barcelona, en su centenario, no solo quedó fuera de competencias internacionales, también aumentó la deuda con su historia.
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