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Opinión

Editorial: Giro de gabinete... y cero cambio

Si estos cambios ya evidencian una desconexión total con el mensaje de inconformidad que la gente dejó claro en las papeletas

El ‘juego de la silla’ al que ha recurrido el presidente para refrescar su gabinete tras el 4-0 en la consulta popular y referéndum no es, ni de lejos, lo que el país esperaba. Los movimientos que desde Carondelet se venden como un intento de fortalecer la gestión pública terminan siendo un simple reacomodo: los mismos nombres, muchos de ellos cuestionados por polémicas o gestiones inexistentes, rotando de un despacho a otro.

Si estos cambios ya evidencian una desconexión total con el mensaje de inconformidad que la gente dejó claro en las papeletas, peor aún es lo que hizo el primer mandatario al pegarse un viaje a Estados Unidos sin explicar para qué. En lugar de dar señales de querer reconectar con la ciudadanía, opta por el silencio. Y si desde arriba no hay comunicación clara y todo se reduce a un escueto posteo en X, ¿qué se puede esperar del resto de su equipo?

La tarea inmediata debería ser mejorar la capacidad de ejecución, sí, pero con nuevos e idóneos perfiles que realmente puedan enderezar una imagen que se deteriora rapidísimo por decisiones propias. Reconectar con la gente pasa por lo tangible y lo urgente: empleo, política social, salud, educación. Nada de eso puede seguir quedando relegado por la obsesiva prioridad de la lucha contra la inseguridad.

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