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Opinión

Editorial: Hay que perseguir a la mafia de la salud

Ya no es una regla inquebrantable cumplir con la eficiencia y el cuidado de los recursos de todos los aportantes al momento de contratar en el Seguro Social, sobre todo en la Costa. De las 10 provincias donde los hospitales del IESS menos ahorran en el proceso de subasta inversa electrónica, seis son de la Costa: Guayas, El Oro, Manabí, Esmeraldas, Santa Elena y Los Ríos. Por el contrario, es una gran lección la que les da a estos sus pares de la Sierra que lograron atesorar más los recursos de los afiliados.

Ejemplos con los de estos centros de salud en estas provincias son la clara evidencia de que la esencia con la cual fue creado el proceso de subasta inversa es prostituido por los propios funcionarios, que encuentran alguna hendija en la ley para disfrazar de legalidad lo que claramente no es. Esto debe encender las alertas de quienes lideran el Seguro Social.

Tanto que se habla de luchar contra la delincuencia, hay que hacerlo de forma integral. Hay que ponerle el ojo, sí, a los ladrones de poca monta, los asaltantes, los sicarios, los líderes de organizaciones delictivas, pero también sobre quienes han tejido en torno a la salud una mafia. La que juega con la vida de los afiliados, la que les vende y compra con sobreprecio las medicinas. A ellos también hay que perseguirlos.