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Opinión

Editorial: La unión ciudadana sí funciona

El poder de la unión ciudadana es más efectivo de lo que muchos ecuatorianos imaginan. Esta herramienta de organización comunitaria y presión social casi no se aplica —ya sea por desconocimiento o por simple pereza— en ciudades que sufren problemas de recolección de basura, inseguridad y otras carencias en los servicios públicos.

Esta semana, EXTRA, mediante una serie de publicaciones en la sección ‘Posi mi barrio’, expuso la acumulación de desperdicios en cinco sectores de Guayaquil. Pero también, bajo el enfoque del periodismo de soluciones, mostró cómo los habitantes de un barrio del suburbio lograron resolver este problema de aseo en sus veredas y compartieron con los vecinos de La Floresta su ‘receta’ de organización ciudadana para mantener el sector limpio.

La ciudadanía debe entender que la unión es un mecanismo para organizarse, expresar demandas, participar o presionar por cambios cuando las autoridades se hacen ‘los locos’. Pero también es un llamado a la acción, a no quedarse de brazos cruzados ni esperar que todo ‘se lo den haciendo’. La iniciativa para solucionar los problemas que afectan a una comunidad nace, siempre, de una sociedad comprometida. Cuando el pueblo se mueve, las autoridades no tienen más opción que responder.