Exclusivo
Opinión
Editorial | Regreso a clases: promesas vs. realidad
No queda más que esperar que se cumplan los ofrecimientos del Gobierno, al menos en lo que más preocupa a todos, que es la seguridad
Se ha convertido en una ‘tradición’ (y una muy mala y penosa, por cierto) que, al inicio de cada periodo escolar, la realidad de las escuelas y aulas contraste con los discursos de las autoridades. Mientras ellos destacan lo lindo y exitoso de su gestión para que los alumnos comiencen clases con todo lo necesario, las carencias abundan en la práctica.
Esto sucedió con el régimen Costa-Galápagos y, más recientemente, con la inauguración del ciclo Sierra-Amazonía, cuando más de 1,7 millones de estudiantes regresaron a sus pupitres en medio de infraestructuras precarias y la ‘sombra’ de la inseguridad rondando los planteles. El Ministerio de Educación habla de 43 millones de dólares invertidos en el mejoramiento de los centros educativos, pero, al parecer, no todos recibieron ese ‘aletazo’. En varias provincias, las condiciones para el regreso a clases dejaron mucho que desear. Incluso hasta el fin de semana, padres y profesores debieron hacer arreglos de último minuto en las aulas y otros espacios.
Con la suerte echada, no queda más que esperar que se cumplan los ofrecimientos del Gobierno, al menos en lo que más preocupa a todos, que es la seguridad. Es fundamental garantizar que los estudiantes puedan aprender dentro y fuera de las aulas sin que estas se conviertan en centros de reclutamiento de bandas criminales, ni que la droga y el acoso tengan cabida en el espacio escolar.