Editorial: ¡A restablecer la justicia!

De la podredumbre se sabía, pero nadie quería sacar a la luz toda esa descomposición social. Es que el caso Metástasis confirmó lo que la ciudadanía ya sabía desde hace mucho tiempo: que la corrupción se ha infiltrado en la justicia y que sus tentáculos alcanzan incluso las más altas esferas políticas, administrativas y de servicio en el país.

¿Cómo confiar en jueces y fiscales que han manipulado la justicia a su antojo, serviles ante la delincuencia? Ojalá todo el remezón que la operación llevada a cabo por la Fiscalía ha generado, lleve a eliminar a los malos funcionarios de toda la estructura judicial del país.

Esta debe ir acompañada por tres cambios fundamentales: la instauración de la carrera judicial, con el fin de garantizar la preparación profesional de los funcionarios; remuneraciones adecuadas que desestimulen el enriquecimiento ilícito vía coimas o ‘acuerdos entre privados’; y protección policial permanente de la mano del sistema de inteligencia del Estado, para asegurar la integridad de jueces y fiscales ante las amenazas del crimen organizado.

El caso Metástasis debe ser realmente un punto de quiebre y el Gobierno debería aprovechar la consulta popular para incorporar preguntas que permitan hacer realidad los cambios para reconstruir el sistema judicial.