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Opinión
Editorial: Una pausa para reflexionar
Es hora de romper este círculo vicioso que, cada dos o tres años, paraliza al país y deja más daño que soluciones
Nuevamente, el Gobierno recurre a su ‘vieja y confiable’ estrategia: un largo feriado como ‘apaga llamas’ cada vez que el país hierve. Esta vez, con la excusa de los 205 años de Independencia de Guayaquil, se pretende que los ecuatorianos olviden desabastecimiento, caos en las calles y pérdidas económicas tras semanas de paro nacional.
Que estos días de calma sirvan para que el Ejecutivo y los representantes de las comunidades indígenas reflexionen sobre el estancamiento del país cuando no hay apertura al diálogo. Ni la represión ni el terrorismo representan al ecuatoriano; al contrario, solo nos dividen.
Es hora de romper este círculo vicioso que, cada dos o tres años, paraliza al país y deja más daño que soluciones. Y que el feriado, con vías despejadas, no solo sirva para descansar, sino también para que los ecuatorianos recuerden que merecen vivir en un país donde el diálogo y la sensatez valgan más que las medidas temporales y las excusas de siempre.