Editorial: El miedo les gana a las ganas de farrear
El brillo de las fiestas octubrinas se ha perdido en un ‘océano’ de situaciones que mantienen en vilo a los guayaquileños. Elecciones presidenciales, inseguridad, crisis de bolsillo, productividad deprimida, entre otros, son los ‘culpables’ de que los habitantes de Guayaquil no le paren mucha bola al feriado por los 203 años de Independencia, gesta histórica y gloriosa para el país.
Por más que las autoridades y empresarios se esmeren en generar espacios de distracción en estos días, la incertidumbre por el destino de Ecuador (a poco más de una semana para ir a las urnas) y la violencia criminal pueden más y enfrían el ánimo festivo en una ciudad que se caracteriza por la alegría de su gente y la fuerza y dinamismo económico.