Los grupos indígenas casi siempre han tenido confrontaciones con los gobiernos de turno, que han derivado incluso en la destitución de mandatarios. En tiempo de campaña, algunos candidatos presidenciables se toman la molestia de comprar un ‘ponchito’ y estrechar la mano de este pueblo trabajador y olvidado, con la finalidad de ganar algunos votos y poder llegar a Carondelet.

Cuando se dan nuevas medidas económicas, casi siempre se espera la reacción de estos grupos ancestrales, que cuando rechazan algún ajuste no solo lo demuestran con discursos, sino con paralizaciones que en ocasiones se transforman en actos no tan pacíficos.

Hoy el régimen del presidente Lasso abrió las puertas de su despacho para recibir a esta comitiva y formar una mesa técnica junto a representantes de su gobierno para llegar a acuerdos. El problema central y que se ha venido calentando en el último año es la eliminación total del subsidio a los combustibles, generando el rechazo no solo de este grupo sino también de los transportistas, que ven cómo los costos relacionados a esta actividad andan por los ‘cielos’, mientras que sus tarifas andan por los ‘suelos’.

La reunión hasta ahora no bota ‘humo blanco’. Ojalá en próximas citas se pueda llegar a acuerdos que beneficien a los más desfavorecidos, sin necesidad de crear nuevos impuestos o incrementos de suministros relacionados a su actividad.