La tecnología nos ha hecho migrar hacia plataformas y aplicaciones digitales que nos han permitido simplificar muchos trámites de la vida cotidiana. En el aspecto bancario los avances tecnológicos han sido gigantescos, no solo proporcionándonos herramientas financieras, sino también garantizándonos todas las seguridades del caso.

Lastimosamente nada es perfecto en la vida y así mismo como los ladrones idean sus planes para delinquir o robarse algún bien físico, existen antisociales de la informática conocidos como crackers que pueden vulnerar cualquier sistema de seguridad bancaria en línea. Así mismo usando técnicas similares logran engañar a los usuarios de las diferentes entidades financieras vaciando sus cuentas o realizando transferencias sin autorización y a escondidas.

Estos delincuentes son casi imperceptibles y difíciles de capturar, ya que usan identidades ficticias y logran suplantar la identidad. Esta vez ‘le jugó el número’ a un importante banco nacional, que presentó problemas en algunos servicios en línea, provocando la incertidumbre de sus usuarios. Filas interminables se formaron dentro y fuera de cada sucursal, ya que los trámites que se podían realizar desde un celular, debían ser ejecutados personalmente. Después de más de 72 horas sin servicio en línea, la institución ha vuelto a la normalidad paulatinamente, pero sin conocer al responsable de este delito.

La policía debería estar a la vanguardia en esta clase de procedimientos y establecer nuevas estrategias, en conjunto con la banca, para frenar estas prácticas que están a un clic de generar pánico.