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Opinión

Seguridad barrial: trabajo de todos

Cuando vecinos y Policía comparten información y trabajan juntos, se logra blindar a los sectores frente a las amenazas

Las iniciativas para reforzar la seguridad en los barrios, urbanizaciones y comunidades siempre serán necesarias y bien recibidas. Un ejemplo positivo es el plan que se está implementando en Tumbaco y Cumbayá, parroquias de Quito, donde los cuidadores de vehículos reciben capacitación para prevenir robos de autopartes, un delito que ha aumentado alrededor del 16 % en comparación con 2024.

La unión comunitaria es clave para frenar el avance del crimen. Cuando vecinos y Policía comparten información y trabajan juntos, se logra blindar a los sectores frente a las amenazas. Sin embargo, no se puede subestimar la astucia de los delincuentes, quienes, en muchos casos, se infiltran entre los propios habitantes para obtener datos y anticiparse a los controles. Por eso, la prevención debe ir acompañada de estrategias que detecten estas amenazas internas.

Tampoco se puede abandonar a quienes están en la primera línea: los cuidadores y vigilantes. Ellos son blanco frecuente de amenazas porque su labor es alertar sobre la presencia de delincuentes. Como ‘ojos’ de la seguridad ciudadana, su integridad debe ser protegida, no solo por las autoridades, sino también por la comunidad que ellos ayudan a resguardar.