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Opinión
Una división que es irreversible
Por muchos esfuerzos que hagan los partidarios que aún le quedan al expresidente Correa se agudiza una profunda división en el movimiento Alianza PAIS, muchos de cuyos principales dirigentes se hallan involucrados en graves casos de corrupción. La división que ya se halla marcada seguramente crecerá a medida que pasen los días. Sería irreversible y se acentuaría más aún si la consulta popular deroga esa perversión que se llamó reelección indefinida que marginaría al expresidente Correa de la posibilidad de acceder nuevamente al poder de la República, cuyo ejercicio ha sido tan seriamente criticado y ya no cuenta con las armas innobles de la persecución política que utilizó tan frecuentemente.
El mismo Correa advirtió esta realidad cuando dijo que había que formar un nuevo partido a sabiendas de que muchos de sus antiguos seguidores han abandonado sus ahora maltrechas filas.
La presidencia de Lenín Moreno ha sido una especie de catalizador del desencanto popular con respecto a la larga gestión de una década bajo el dominio de Rafael Correa y las consecuencias se están observando claramente cuando hay tantas y tan graves denuncias respecto de la falta de honestidad en el manejo de los recursos públicos.