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Opinión

Ya se están perdiendo las buenas costumbres

Por el Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo

No todo lo que aconteció en décadas pasadas era malo. Recordemos que antes prevalecía el respeto, la moral, la buena costumbre, los mutuos saludos, la unidad familiar, el buen vivir, la buena fe, la honestidad, la dignidad, el honor, y todas aquellas bellas actitudes que demostraban el amor y la alegría como práctica social.

Parece que las personas se están deshumanizando y es necesario que surja una nueva piel con sello de un humanismo revolucionario que cambie todo lo negativo que actualmente vivimos, logrando que todos seamos miembros de una comunidad de paz convirtiéndonos en titulares de un Ecuador de todos para todos.

“Seremos jóvenes en la medida de nuestra fe, de la confianza en nosotros mismos, y en tanto la esperanza aliente nuestro ánimo”. Que “la felicidad es un estado de la mente. No somos felices en tanto no decidamos serlo. Si piensas que perderás, ya has perdido; porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la propia voluntad del hombre”.

Lo valioso del verdadero perdón

El perdón es parte intrínseca del ser como virtud de Dios con el hombre. Para pedir perdón y saber perdonar es necesario saber amar y darse en el amor puro de Dios, matando así y borrando el pecado y el pasado. Es dejar de lado el orgullo y el egoísmo nuestro para reconocer que fallamos o que les hemos fallado a otras personas. Es decir: “me duele tu dolor, duele el daño que te he causado, me duelen tus lágrimas, que aunque no las he visto, pero tú las has derramado por mí”.

Cuando tenemos el interés de decir perdón es que Dios ha puesto la semilla en nosotros y así reconocemos el dolor en los demás.