Exclusivo
Política

Daniel Noboa habló del presunto ataque a la caravana presidencial en Cañar.EFE

El caso del ataque a Daniel Noboa: El uso de las redes sociales y la desinformación

Las redes ardieron y los mensajes se multiplicaron, pero... ¿había algo más detrás de todo esto?

El presunto ataque contra la caravana del presidente Daniel Noboa, ocurrido el martes 7 de octubre de 2025 en Cañar, no solo abrió un debate sobre la seguridad presidencial, sino también sobre el uso político de la desinformación en redes sociales. Así lo analiza Andrés Jaramillo, docente universitario y estratega digital, quien asegura que el manejo comunicacional del hecho responde a una estructura digital organizada desde el poder.

Según Jaramillo, esta estructura no surgió ahora. “Junto a Carolina Basantes y Alfredo Velasco escribimos un libro que se llama Engañosfera Electoral. Ahí identificamos cómo existen en el país redes integradas de medios, influencers, microinfluencers y canales digitales alineados a determinados mensajes políticos”, explicó. Durante el monitoreo de la última campaña electoral, el equipo de investigadores constató una millonaria inversión en publicidad digital para amplificar contenidos falsos o manipulados. 

(Te invitamos a leer: Paro nacional Ecuador: Una gran caravana de buses ingresa a Quito este 9 de octubre)

"La desinformación, más la publicidad y la multiplicación de canales, crean una peligrosísima estructura de manipulación. La ciudadanía está tomando decisiones —electorales, de consumo o de opinión— con información falsa”, advierte. Para Jaramillo, esta lógica comunicacional ha trascendido la campaña y se mantiene ahora en el ejercicio del Gobierno.

Una estrategia para cambiar la narrativa

El especialista sostiene que cada vez que el oficialismo busca reposicionar su imagen o distraer la atención de temas sensibles, activa esa “estructura compleja de comunicación y manipulación”. Según su monitoreo digital, el caso más reciente fue el manejo del llamado “intento de magnicidio” contra Noboa. 

(Además: Aquiles Álvarez lanza mensaje a Pabel Muñoz por revocatoria: ¿qué le dijo?)

“Cuando se difundió el video del comunero asesinado, donde militares patean a un hombre moribundo, ese contenido recorrió el mundo y afectó la imagen del Gobierno. Luego vino la deportación del comunicador español que cubría las protestas, y eso agravó el problema. En ese contexto, el ataque a la caravana sirvió para cambiar la narrativa”, explicó.

De acuerdo con Jaramillo, en redes se posicionó rápidamente la versión de un atentado con armas de fuego, aunque esa hipótesis fue desmentida posteriormente. “El problema es que las verificaciones llegan tarde. El titular mundial que quedó fue que el presidente fue atacado, y eso le permite al Gobierno sostener una narrativa de víctima y justificar el endurecimiento de la fuerza pública”, enfatizó.

La desinformación, ¿usada como arma política?

El experto alerta que este tipo de manipulación digital erosiona la democracia y la institucionalidad, al distorsionar la percepción ciudadana. “Cuando las decisiones públicas se toman desde la desinformación, se abre un espacio para justificar abusos o legitimar medidas de fuerza”, advirtió.

En ese sentido, el episodio del ataque a la caravana presidencial no solo reflejaría un hecho de seguridad, sino también un caso emblemático de cómo las redes sociales pueden ser usadas para moldear la opinión pública y reconfigurar el relato político en momentos de crisis. “La gente no está tomando decisiones con información, sino con desinformación. Y eso, en un contexto de convulsión social, puede tener consecuencias muy graves para la democracia”, concluyó Jaramillo.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete a EXTRA!