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Política

Jorge Glas recibe nacionalidad colombiana y Petro le pide a Ecuador que se lo envíe
Un movimiento político internacional inesperado ocurrió este martes 16 de septiembre. Gustavo Petro, le otorgó nacionalidad colombiana a Jorge Glas
El exvicepresidente Jorge Glas ya es colombiano. El 16 de septiembre de 2025, en el Consulado de Colombia en Quito, firmó el acta de juramento con la que obtuvo oficialmente la nacionalidad colombiana.
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El documento, firmado por la cónsul Paula Andrea Perdomo Ramírez, confirma que Glas se acogió a la Ley 2332 de 2023 y a la Resolución 9411 de 2025, tras recibir la Carta de Naturaleza No. 134 y el Decreto de Exoneración No. 0927.
“¿Jura usted que es de su libre voluntad ser colombiano y acatar las leyes de la República de Colombia?”, preguntó la cónsul. Glas respondió: “Sí, juro”.
Doble nacionalidad para Jorge Glas
El acta señala que Glas no renuncia a su nacionalidad ecuatoriana, de acuerdo con el artículo 96 de la Constitución de Colombia. En la práctica, esto significa que ahora mantiene doble nacionalidad: ecuatoriana y colombiana.
Con su firma, el exvicepresidente cerró un proceso exprés de naturalización que cambia el escenario político y judicial en la región.
El ciudadano Jorge Glass obtiene su nacionalidad colombiana, espero del gobierno de Ecuador su entrega al gobierno colombiano.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 16, 2025
Le agradezco al gobierno de Ecuador este paso para la paz de las naciones. Latinoamericanas pic.twitter.com/UjvXHhEV42
Petro agradece a Ecuador y pide entrega de Glas
Minutos después de conocerse la juramentación, el presidente Gustavo Petro reaccionó públicamente. Agradeció al Gobierno ecuatoriano por el “paso para la paz de las naciones latinoamericanas” y pidió formalmente que Ecuador entregue a Jorge Glas a Colombia.
¿Qué sigue?
La nacionalidad colombiana de Glas no borra sus procesos judiciales en Ecuador, donde cumple condenas por corrupción. Sin embargo, abre la puerta a un choque diplomático: Colombia lo reconoce como ciudadano suyo y exige su entrega, mientras que Ecuador debe decidir si lo mantiene bajo su jurisdicción.
La situación genera interrogantes sobre extradición, cooperación judicial y soberanía, en un caso que impacta directamente la política regional.
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