Un rostro del pasado que la justicia no había olvidado volvió a aparecer en San Lorenzo. La Policía Nacional, en medio de operativos antidelincuenciales realizados este viernes 18 de julio, capturó a Carlos Fabricio, un sujeto que tenía una orden vigente de captura por el delito de asesinato y que, durante casi una década, logró mantenerse en la sombra.

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La detención ocurrió en pleno centro del cantón San Lorenzo, cuando agentes policiales notaron la actitud nerviosa e inusual de un hombre durante un control rutinario. Al solicitarle su identificación, el individuo se negó a entregar sus datos, lo que incrementó las sospechas. Ante esta negativa, fue trasladado de inmediato a las oficinas de Criminalística.

Allí, mediante técnicas de identificación dactilar humana, se confirmó su verdadera identidad: Carlos Fabricio, requerido por la justicia como presunto autor material del asesinato de Erick Javier Morán Vera, crimen ocurrido el 9 de febrero de 2016 en el barrio Santa Martha, en el cantón Esmeraldas.

Cambiaba de residencia con frecuencia

Según los informes policiales, aquel día Morán Vera fue interceptado mientras se dirigía a casa de un familiar. Recibió varios disparos de arma de fuego que acabaron con su vida en plena vía pública. Desde entonces, la investigación apuntó a Carlos Fabricio Q. como principal sospechoso, pero su paradero permanecía desconocido.

Durante casi nueve años, el sujeto se habría escondido en distintos puntos del país, evadiendo a las autoridades y cambiando de residencia constantemente para evitar su captura. Su caída se produjo en un descuido, en un control policial aparentemente de rutina, que terminó revelando una cuenta pendiente con la justicia.

Tras la valoración médica correspondiente, Carlos Fabricio fue puesto a órdenes de la autoridad judicial que emitió la boleta de captura. Ahora deberá enfrentar el proceso legal por un crimen que, pese al tiempo transcurrido, sigue dejando cicatrices abiertas en la familia de la víctima.

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