Se desvanecieron los deseos de que el pequeño Nicolás se recupere. El pequeño pasó la madrugada de este viernes 1 de marzo de 2024 a ser un angelito que se fue al cielo, dejando en la tierra dolor y tristeza para sus padres Maryuri Briones y Luis Loor. 

Su estado era crítico, sin embargo sus familiares se aferraban a la fe. El neonato fue el primero en ser retirado en termocuna del Hospital Napoleón Dávila Córdova, de Chone y trasladado en un bote en medio de la inundación hacia una ambulancia y llevado hasta el Hospital de Especialidades de Portoviejo, el 21 de febrero de 2024

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El niño  permaneció nueve  días intubado. Por su nacimiento a las 28 semanas fue considerado un prematuro extremo. Su madre compartió con EXTRA los riesgos que tuvo en su embarazo y cómo fue el alumbramiento cuando en el hospital estaba ingresaron el agua.

Sus familiares, en especial su padre permanecía en las afueras del hospital de Portoviejo esperando noticias de su bebé. En la madrugada de este primer día de marzo recibió la peor noticia que lo devastó. Su Nicolás, con quien soñaba regresar a la comunidad Agua Fría, de Junín, para verlo crecer, había emprendido un viaje sin retorno.

El pequeño fue sepultado la tarde de este viernes 1 de marzo. El cortejo con sus restos recorrió algunas calles de Junín y varios familiares llevaron consigo globos blancos y azules que en un momento los lanzaron al cielo como en un homenaje simbólico para que el nuevo ángel juegue en el cielo.

Mientras está familia vive el dolor de la perdida de un hijo, otras 9 esperan la recuperación de los otros neonatos que también fueron movilizados desde Chone hacia la capital de la provincia manabita.

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