La fe católica vive su celebración más importante que se manifiesta a través de una serie de eventos significativos: viacrucis, procesiones y otros ritos. Estas prácticas están intrínsecamente ligadas a la crucifixión de Jesucristo y congregan a una gran afluencia de devotos.

Las procesiones, que congregan tanto a adeptos como a curiosos, alcanzan su punto culminante en la noche del Viernes Santo. Sin embargo, los ritos no se limitan a ese momento específico. Durante todo el día, en diversas iglesias y parroquias, se llevan a cabo rezos, rosarios y meditaciones en honor al sacrificio del Hijo de Dios.

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EN RIOBAMBA LA FIESTA DURA UNA SEMANA

Teresa Loaiza, una devota madrugadora, expresó que “ojalá más personas vivieran este sacrificio, ya que la falta de fe y empatía nos ha sumido en una terrible crisis de valores”.

En las parroquias rurales de Riobamba, estos ritos adquieren una trascendencia familiar. Las representaciones de los hechos bíblicos forman parte de una singular fiesta que involucra a familias enteras e incluso a los priostes. Dos parroquias en particular, Punín y Calpi, destacan por sus tradiciones únicas. En Punín se revive el sanedrín, mientras que en Calpi la Semana Santa se vive intensamente todos los días de la semana. PO

EN GENERAL VILLAMIL TAMBIÉN SE HIZO EL BAÑO DE LA CRUZ

“Yo siempre he asistido a las procesiones y esta vez no va a ser la excepción, más que todo para pedir que el demonio que está en cada asesino se aleje, y terminen estos tiempos de violencia”, dijo Martha Ramírez, que tenía previsto asistir a la procesión que organiza la parroquia eclesiástica Virgen de las Mercedes, la cual se realizó a partir de las 19:00 por las calles de General Villamil.

En Puerto Engabao, los feligreses se prepararon desde temprano para la procesión en altamar, donde desde hace casi 50 años se hace el baño de la cruz. Unas 100 embarcaciones artesanales se aprestaban a participar en las 14 estaciones del viacrucis mar adentro.

EN SANTA ELENA AGUANTARON SOL POR JESÚS

A Fernando Soriano, de 22 años, no le importó la alta temperatura, ni los azotes que recibió durante el recorrido del viacrucis. El joven representó a Jesús en el denominado Recorrido de la Fe que todos los años se cumple por Viernes Santo en la provincia de Santa Elena. La jornada religiosa, de seis kilómetros de trayecto, empezó a las 07:00 en la explanada de la iglesia San Benito, en La Libertad, y culminó cerca del mediodía en el cerro El Tablazo, de Santa Elena.

Los creyentes, provistos de parasoles y algunos aplicándose cremas antisolares, caminaron implorando a Dios que cese la violencia criminal que azota a esta provincia. 

EN DAULE Y NOBOL PIDIERON QUE CESE LA VIOLENCIA

El recorrido fue de seis horas, desde la hacienda San José, en la entrada de Nobol, hasta el santuario donde se venera a la santa patrona. El fuerte sol no fue obstáculo para que decenas de hombres que representaban a Jesús caminen descalzos y con cruces al hombro.

“Todos los años camino sin zapatos, porque Cristo y Narcisita me sacaron de una enfermedad. El Viernes Santo es de oración a nuestro Señor Jesucristo”, dijo Julio Castro, del recinto Jigual, de Salitre. Los comerciantes y feligreses en general de Daule y Nobol pidieron de rodillas a Cristo que pare la ola de violencia en el país. “Con nuestras plegarias pedimos a Cristo que nos realice el milagro de parar los asesinato, robos y extorsiones”, expresó Miguel Sandoval, del recinto Yurima, en Daule. 

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