En una sala a la que entra poca luz solar de la Casa Somos San Marcos, en el centro de Quito, ocho mujeres se reunieron para escribir lo que durante años callaron. Cada una tenía en sus manos una hoja, una vela encendida y una historia que, por fin, podía contarse.

Un evento de solidaridad y empatía

El encuentro, organizado por la Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Quito, fue parte de las actividades del Mes de Erradicación de la Violencia contra la Mujer. Pero, más allá de la agenda institucional, lo que ocurrió allí fue un acto íntimo de reconocimiento y esperanza.

Durante la jornada, las participantes, quienes son usuarias de los Centros de Equidad y Justicia,  escribieron cartas sobre su pasado y sus sueños para el futuro, tras haber dejado atrás situaciones de violencia. 

En cada escrito anotaron una palabra que representa su nueva etapa: fuerza, vida, libertad, paz. Luego encendieron pequeñas luces que acompañaron sus mensajes, símbolo de los nuevos caminos que están construyendo.

“Queríamos generar un reconocimiento a las mujeres que se atrevieron a salir del círculo de la violencia en que estaban inmersas y, al mismo tiempo, utilizar sus historias evitando la revictimización y cualquier otro proceso que atente a sus derechos”, explicó Ivonne Amores, directora de Prevención de Violencias.

De esas cartas surgirán ocho ilustraciones elaboradas por la artista Salomielart, quien ya había colaborado en talleres previos con la institución. Las obras se exhibirán como parte de una campaña permanente en el Metro de Quito y la Empresa de Pasajeros, además de recorrer ferias y espacios públicos en noviembre.

Un día en contra de la violencia

El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se presentarán oficialmente durante el evento central que se realizará en la Universidad Politécnica del Sur, junto con los resultados de dos encuestas municipales sobre violencia en Quito y en el transporte público.

También se expondrán en las ferias metropolitanas del 22 de noviembre que se realizará en el bulevar de las Naciones Unidas, en el norte de Quito; y del 29 de noviembre, en el parque ecológico de Solanda, en el sur.

Las mujeres que participaron fueron seleccionadas por haber culminado su proceso terapéutico de diez sesiones y estar en una etapa de reconstrucción de su plan de vida, un paso esencial para romper definitivamente con la violencia.

Una terapia entre mujeres

Al cierre, las mujeres se tomaron de los brazos y formaron un círculo de abrazos. No hubo discursos, solo silencio, miradas y un sentimiento compartido: el de saberse vivas, acompañadas y escuchadas.

Este encuentro es parte de un trabajo más amplio que incluye 12 actividades comunitarias durante el mes, entre ellas murales en Toctiuco y Pisulí que invitan a reflexionar sobre las relaciones basadas en el respeto y el cuidado.

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