Este domingo 5 de octubre de 2025, el centro norte de Quito fue escenario de un curioso contraste que reflejó la división política del país: de un lado, gases lacrimógenos; del otro, olor a seco de chancho.

En la intersección de las avenidas 6 de Diciembre y Patria, un grupo de manifestantes se concentró desde las 08:00 para protestar contra las decisiones del presidente Daniel Noboa, en el marco del paro nacional convocado por organizaciones sociales que rechazan el alza del diésel. Los manifestantes recorrieron varias calles del sector con pancartas y consignas, hasta que cerca del mediodía la tensión subió de tono.

De las consignas al gas

Alrededor de las 13:00, según testigos, efectivos policiales pidieron a los protestantes que se retiraran de la vía. La negativa del grupo habría provocado el lanzamiento de una bomba de gas lacrimógeno, lo que desató momentos de confusión y dispersó a los asistentes.

Aunque no se reportaron heridos de gravedad, sí hubo episodios de empujones y forcejeos entre manifestantes y policías. Algunos de los presentes reclamaban por lo que consideraron un uso desmedido de la fuerza, mientras otros intentaban calmar los ánimos.

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El escenario reflejaba la tensión que se ha vivido en varias ciudades desde que el Gobierno confirmó el incremento del precio del diésel el 21 de septiembre de 2025, medida que motivó el paro nacional y varios llamados a movilización.

A unos metros, un ambiente distinto en la capital ecuatoriana

Pero apenas a 500 metros, en el Parque El Arbolito, el ambiente era completamente distinto. Bajo carpas blancas, decenas de simpatizantes del presidente Daniel Noboa se reunieron en un plantón de respaldo, con música, banderas y comida gratuita.

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El aroma del seco de chancho (plato insignia del encuentro) se mezclaba con los cánticos de apoyo al mandatario. “Aquí estamos con Noboa, porque queremos un país que trabaje, no que pare”, decía una de las asistentes, quien recibía un plato de alimentos. 

El contraste era tan evidente como simbólico: mientras unos reclamaban por el costo de los combustibles, otros aplaudían las medidas económicas anunciadas por el presidente, como la reducción temporal del IVA al 8 % durante los feriados de octubre y noviembre, y el adelanto del décimo tercer sueldo para noviembre.

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