Este miércoles 19 de noviembre Quito abrió oficialmente sus fiestas con el Te Deum, una ceremonia que para muchos es solo el arranque formal del calendario, pero que en realidad tiene un peso histórico y simbólico enorme. 

(Te puede interesar: Quitofest 2025: Fechas, cartel completo y horarios del festival gratuito)

Según el investigador histórico Juan Carlos Rojas, este rito es una bendición solemne para la ciudad, heredada directamente de la tradición colonial.

El Te Deum viene del himno latino “Te Deum laudamus” (“A ti, Dios, te alabamos”), compuesto entre los siglos IV y V, y vinculado a celebraciones solemnes en todo el mundo cristiano. En Quito se practica desde 1563, cuando la Orden de la Merced lo instaló como un acto ligado a la Virgen de La Merced, patrona de la capital.

“El Te Deum no es un agradecimiento. Es una bendición. Es pedir protección para la ciudad por un año más”, subraya Rojas.

La sal y la luz

La ceremonia quiteña conserva rasgos únicos que no se ven en otros Te Deum del mundo. Rojas explica que se mantiene tres elementos espirituales: sabiduría, luz y sal.

La sal no es metáfora: durante décadas se entregó al alcalde un caldero de sal gruesa como señal de bendición para guiar a la ciudad. Un rito tan serio que incluso figuras laicas, como el exalcalde Jorge Yunda, lo mantuvieron. “Él mismo confirmó que la tenía en su oficina, con un sirio al lado”, recuerda Rojas.

Estos símbolos provienen de pasajes bíblicos como el del Evangelio de San Marcos, donde Cristo es llamado “sal de la tierra”. Por eso, la entrega de sal al burgomaestre era entendida como un mandato espiritual para ejercer el liderazgo.

Aunque pueda parecer un acto más dentro de la agenda municipal, el Te Deum tiene reglas claras. “Siempre debe presidirlo el arzobispo de Quito. No puede hacerlo un párroco, un obispo auxiliar ni nadie más”, insiste Rojas.

¿Por qué siempre en miércoles?

En Quito, el Te Deum se hace siempre un miércoles por tradición. Rojas explica que, en la época colonial, se lo realizaba durante el miércoles santo, y con el tiempo se asentó la costumbre de hacerlo dos semanas antes del aniversario de la ciudad.

Aunque la ceremonia existe desde el siglo XVI, no siempre marcó el inicio de las fiestas. Fue en los años 70, cuando el entonces alcalde Gustavo Herdoíza decidió convertirlo en la apertura oficial del periodo festivo.

Desde entonces, sin importar qué alcalde llegue o de qué tendencia política sea, el Te Deum se mantiene como el acto que abre las celebraciones.

Cultura y orden: Quito cumplirá 491 años

Quito cumplirá 491 años de fundación el 6 de diciembre. La ceremonia de este miércoles dio paso a una agenda con más de 120 actividades: festivales barriales, ferias productivas, conciertos, comparsas y muestras artísticas.

El impacto económico no es menor: en 2024 las fiestas movieron más de USD 45 millones, y para 2025 se proyecta un crecimiento del 8% al 10%, especialmente en gastronomía, hotelería y emprendimientos creativos.

La concejala Analía Ledesma hizo un llamado a la responsabilidad. “En años anteriores, hasta el 40% de los siniestros viales en estas fechas tuvo relación con alcohol. No queremos tragedias. La responsabilidad debe ser parte de la fiesta”.

También destacó el peso económico y social del periodo. “Estas fiestas impulsan el turismo interno y sostienen a miles de emprendedores y artistas. Quito debe mostrarse como una ciudad viva, ordenada y dinámica”.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!