Un partido de ecuavóley terminó en desgracia, en el Comité del Pueblo, norte de Quito, cuando uno de los jugadores no aceptó su derrota y se desquitó con el juecito, quien terminó apuñalado. El implicado ahora está con prisión preventiva, por el delito de tentativa de homicidio, según el informe de la audiencia de flagrancia.

El hecho se registró en la avenida Jorge Garcés, a las 22:00 del 4 de diciembre, en una cancha donde se disputaba un partido nocturno. Según el parte policial, el sospechoso fue identificado como Miller Cruz, de 44 años, quien participaba como jugador en uno de los equipos. Testigos señalaron que el ambiente del juego se tornó tenso hacia el final del encuentro, debido a varios reclamos que Cruz habría hecho por decisiones arbitrales.

Cuando el juego terminó y se confirmó la derrota de su equipo, Cruz, de nacionalidad colombiana, se enfureció y empezó a gritarle al juez. En medio de los insultos, el jugador sacó un cuchillo y lo apuñaló cerca del ombligo, según detalló el reporte policial.

Los allegados de la víctima lo llevaron hasta una clínica. Mientras las demás personas que presenciaron el ataque golpearon al extranjero, sin embargo, este logró escabullirse y escapar.

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La captura del sospechos del delito en el Comité del Pueblo

La Policía llegó al sitio y los testigos les informaron que Cruz fue visto cuando entraba a una casa de otro colombiano. Los uniformados fueron hasta el inmueble y pidieron que los dejaran entrar para revisar si el agresor estaba adentro, pero ya había escapado.

La gente les dijo que vieron al sujeto que corrió por el techo de la vivienda. La búsqueda se extendió hasta las 04:00 del 5 de diciembre y otra testigo fue clave para dar con el tipo: ella dijo a los policías que Cruz había vuelto al domicilio de donde escapó en primera instancia y así lograron aprehenderlo.

Los agentes detallaron en el parte que en la escena habían encontrado un cuchillo con mango de madera, el cual habría sido usado para el ataque. Además, se recogió el testimonio de la hermana del hombre, quien les contó que su ñaño vive en San José de Morán, más allá de Carapungo, y que es árbitro de partidos de ecuavóley.

Por ello, había ido a mediar en uno de los encuentros, sin imaginar que estaría a punto de ser asesinado por la inconformidad de uno de los jugadores. Por fortuna, la condición del afectado es estable, aunque tendrá una incapacidad para laborar de 31 a 90 días.

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