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Quito

Quito: Vecinos estuvieron en grave riesgo durante un sicariato en Carapungo
Un guardia de seguridad fue asesinado por sujetos a bordo de un vehículo. El ataque armado estuvo a punto de dejar víctimas colaterales
Los moradores de la calle Neptalí Godoy, una de las vías principales de Carapungo, norte de Quito, estuvieron a punto de convertirse en víctimas colaterales de una ataque armado. El hecho se registró la noche del 1 de diciembre, pasadas las 19:00.
Según testigos, un grupo armado estaba a bordo de un vehículo negro cerca de un conjunto habitacional. Las intenciones de los criminales solo fue revelada cuando abrieron fuego en contra de un hombre que pasaba cerca de una heladería.
La gente detalló a EXTRA que se oyeron, al menos, siete disparos. “Fue una ráfaga y por eso asumí que no se trataba de fuegos artificiales por las fiestas”, contó una habitante luego de ocurrida la desgracia.
Cuando los moradores salieron a mirar lo que había ocurrido, se percataron de que un hombre quedó tendido sobre la vereda. “Ahí vimos que ha sido el guardia del conjunto (…). Pobre, lo conocíamos como Jhonatan”, relató otro habitante.
Guardia asesinado en Carapungo era padre de familia

Los habitantes llamaron al número de emergencia, pero ya no se podía hacer nada porque la víctima había perdido la vida. Según información inicial, el hombre fue identificado como Jhonatan Benigno Suárez Anangonó, de 41 años y nacionalidad ecuatoriana.
“La mamacita vino y fue un momento muy desgarrador. Ella gritaba que su hijito era padre de familia”, acotó otra residente. Lo que presume la gente es que los tipos estaban siguiendo al celador, quien aparentemente había terminado su turno.
Al salir, y cuando pasaba cerca de la heladería, se dio cuenta de que lo querían matar, corrió y cayó producto de los balazos. “Lo vimos que tenía su celular en la mano y todavía tenía puesto los audífonos”, precisaron los residentes.
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Las balas alcanzaron un local comercial

Pero a más del salvaje ataque, la gente estuvo expuesta a ser víctima colateral de este sicariato. A los criminales no les importó que los disparos se alojaran en un local comercial cerca de donde quedó el cuerpo.
Las balas entraron por una puerta enrollable y rompieron el vidrio de otra. En total fueron tres impactos de proyectiles de lo que se pudo observar. Por fortuna, ninguna otra persona fue alcanzada por los tiros.
Pese a que los moradores oyeron siete disparos, en la escena, la Policía halló 15 vainas de calibre 9 milímetros. Además de una bala deformada y otras evidencias que fueron levantadas en el lugar, como videos de cámaras de seguridad.
Por ahora, no se conocen los motivos exactos del asesinato, cuyos perpetradores se fugaron en el mismo vehículo en el que se movilizaban. La víctima no tenía antecedentes penales y su cuerpo fue llevado hasta la morgue de la Policía.
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