Durante siete horas, dos balaceras dejaron como saldo a tres personas sin vida en dos puntos de Quito. Los hechos fueron catalogados como ataques al estilo sicariato, según las primeras indagaciones policiales.

En el primero de ellos, un guardia de seguridad murió y un trabajador resultó herido tras un ataque armado registrado la mañana del 30 de noviembre en un motel, ubicado en las calles E1E y S45, en el sector de Quitumbe, sur de Quito.

Según un reporte preliminar, la alerta ingresó al ECU-911 a las 06:30. Miembros policiales llegaron al sitio a las 07:00 y encontró la terrorífica escena con dos víctimas. Testigos informaron que los ocupantes de un vehículo realizaron múltiples disparos contra los dos hombres que laboraban en el lugar.

El fallecido fue identificado como Pedro Fernando Albán Fajardo, de 23 años, quien se desempeñaba como guardia. Él tenía cuatro heridas de bala en el cuello, en el lado izquierdo del pecho, la espalda y brazo derecho. El herido fue trasladado al Hospital Padre Carolo, en el sur de Quito, y hasta el cierre de esta edición, su condición era estable.

En la inspección se levantaron vainas calibre 9 milímetros, cuatro balas deformadas y videos de vigilancia. También se observaron impactos de proyectil en una pared del establecimiento. La investigación quedó a cargo de la Dinased.

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Dos muertos en la parroquia Checa

Siete horas más tarde, otro hecho violento se perpetró cerca del parque central de Checa, parroquia ubicada en el oriente de la capital. Medios locales detallaron que cerca de las 13:00 del 30 de noviembre se escucharon fuertes detonaciones de armas de fuego.

Cuando el alboroto terminó, la gente supo que el ataque se había registrado adentro y afuera de una tienda de víveres. Hasta el sitio llegaron sicarios y abrieron fuego, pero las autoridades no especificaron en contra de quién estaba dirigido el ataque: si al dueño del local o a slgún cliente.

Hasta este 1 de diciembre, solamente se conoció que dos personas perdieron la vida: uno de los cadáveres quedó en el interior del negocio mientras que otro yacía cerca de un vehículo plomo estacionado afuera.

La Policía solamente informó que se realizaban las indagaciones para dar con los responsables. En detalles que se difundieron en redes sociales, en la escena se habría arrojado un panfleto con amenazas y presumiblemente los asesinos serían parte de Los Lobos.

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