La llegada de Tilly Norwood, considerada la primera actriz generada en su totalidad por IA, causó revuelo en la industria. Su debut ocurrió en la Cumbre de Zúrich, donde apareció en un video humorístico de 20 segundos. La joven virtual, de apariencia europea y con acento británico, ya tiene perfiles activos en redes que la presentan como actriz en ascenso.

(Lea esta nota también: John Cena se retira de la WWE: Fecha y hora de su última pelea)

Eline van der Velden, productora neerlandesa y creadora del proyecto, afirmó que su estudio Particle6 pretende abrir un nuevo horizonte dentro de la industria cinematográfica. “Queremos que Tilly sea la próxima Scarlett Johansson o Natalie Portman”, señaló en declaraciones a Broadcast International. Sin embargo, más que admiración, la iniciativa encendió alarmas en distintos sectores de Hollywood.

El rechazo de los actores

El sindicato SAG-AFTRA, que agrupa a más de 160.000 intérpretes en Estados Unidos, reaccionó con firmeza ante la aparición de Tilly Norwood. “La creatividad es, y debe seguir siendo, humana. Nos oponemos a la sustitución de artistas por sintéticos”, enfatizó en un comunicado. Para el gremio, el experimento no es solo una curiosidad tecnológica, sino una amenaza directa al trabajo de miles de profesionales.

Voces como la de la actriz Mara Wilson también advirtieron sobre los riesgos éticos detrás del proyecto. “¿Y qué pasa con las cientos de chicas reales cuyas caras se mezclaron para crearla? ¿No se puede contratar a ninguna de ellas?”, cuestionó, subrayando que la apariencia y los gestos de Tilly fueron construidos a partir del análisis de millones de rostros humanos.

Entre entusiasmo y escepticismo

Aunque el rechazo del sindicato marcó la pauta, no todos ven el fenómeno con pesimismo. Yves Bergquist, experto en inteligencia artificial de la Universidad del Sur de California, calificó la polémica como exagerada. Asegura que los grandes estudios no tienen interés real en desarrollar personajes completamente digitales y que el debate responde más a la ansiedad por el avance de la tecnología que a una amenaza inmediata.

Mientras tanto, Norwood ya gana popularidad en redes sociales. En una de sus publicaciones, se lee: “Puede que sea IA generada, pero estoy sintiendo emociones muy reales ahora mismo”. Sus creadores afirman que incluso agencias comerciales han mostrado interés en representarla.

¿Un nuevo capítulo para el cine?

El caso de Tilly Norwood abre un debate de fondo sobre el papel de la inteligencia artificial en la industria cultural. Para sus defensores, representa una herramienta que abarata costos y democratiza la creatividad. Para sus críticos, en cambio, simboliza el riesgo de reemplazar a actores y actrices por simulaciones cada vez más realistas.

La polémica apenas comienza. Lo que para algunos es un experimento innovador, para otros marca el inicio de una peligrosa deshumanización en el arte. Y aunque Tilly aún no ha protagonizado ninguna producción de gran escala, su sola existencia ya reavivó las tensiones entre tecnología y talento humano en Hollywood.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!