El campus de la Universidad Estatal Península de Santa Elena se convirtió, la mañana de este lunes 26 de  mayo de 2025, en un lugar de recogimiento y dolor.

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Estudiantes, docentes y autoridades participaron en un homenaje en memoria de Daniela Guiselle Figueroa Guale, de 20 años, alumna del cuarto semestre de la carrera de Educación Básica, quien murió como víctima colateral durante un ataque armado perpetrado el viernes 16 de mayo, a pocos metros del centro de estudios.

La ceremonia incluyó una misa campal, efectuada en el interior del campus universitario. No solo se oró por el alma de Daniela, sino también por el hijo no nacido de Mónica L., la otra estudiante que resultó herida en el ataque y que, producto de las heridas, perdió al ser que llevaba en su vientre.

Vestidos de blanco, los asistentes depositaron ramos de rosas junto a corazones blancos en el sitio donde cayeron las dos jóvenes. Estos símbolos fueron bendecidos por el sacerdote Tirso Varela Polo, como un acto de fe y esperanza.

El ambiente estuvo cargado de nostalgia. Gran parte de los presentes lloraron y muchas voces se quebraron al pronunciar palabras en honor de las víctimas.

“El dolor perdura, pero debemos seguir adelante”, expresó entre lágrimas uno de los alumnos. “Manos criminales arrebataron injustamente la vida de Daniela. Esperamos que se haga justicia”, añadió otro universitario durante el acto litúrgico. Con esta ceremonia, la universidad retomó oficialmente las clases presenciales.

Adoptaron medidas de seguridad

Como medida preventiva, se ha reforzado la seguridad en los accesos al campus. Ahora los alumnos deberán pasar por revisiones exhaustivas, lo que ha generado largas filas en los ingresos. Sin embargo, los jóvenes son conscientes de que estos controles buscan garantizar su bienestar.

La estudiante que quedó herida en el ataque, Mónica L., sigue hospitalizada. Ella continúa su recuperación en una casa de salud en Guayaquil. Aunque permanece en la unidad de cuidados intensivos, el equipo médico ha reportado una mejoría considerable en su estado.

En una comuna de la parroquia Chanduy, de donde es oriunda la paciente, sus familiares, vecinos y amigos han mantenido una cadena de oraciones para pedir por la pronta recuperación de la salud de la joven.

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