La mañana del martes 17 de junio de 2025, un nuevo episodio de violencia sacudió la tranquilidad del recinto Cotopaxi, ubicado junto a la carretera E-20, en el tramo Quinindé-Esmeraldas. Dos sujetos no identificados, a bordo de un vehículo negro sin placas, intentaron secuestrar a una estudiante que aguardaba el bus escolar al filo de la vía, junto a otros compañeros.

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El hecho, que por poco termina en tragedia, fue frustrado gracias al coraje de la menor, quien en un desesperado acto de resistencia logró aferrarse con fuerza a un poste, impidiendo ser arrastrada por los desconocidos. Sus gritos de auxilio alertaron a los moradores del sector, quienes salieron de sus casas y acudieron al lugar, obligando a los agresores a huir con rumbo desconocido.

Preocupación entre habitantes de la zona 

Pese a que la joven salió ilesa, el intento de rapto ha generado una fuerte preocupación entre las familias de la zona. Agentes de la Policía Nacional acudieron al sitio para levantar indicios e iniciar las investigaciones, pero la comunidad denunció la precariedad del patrullaje en la ruta San Mateo–Majua, donde, aseguran, solo se dispone de un vehículo policial para toda la extensión rural.

La carretera E-20 es una vía clave para el transporte de decenas de niños y adolescentes que, cada mañana, esperan a un costado de la calzada para tomar un bus que los lleve a sus centros educativos. “No puede ser que nuestros hijos estén en riesgo solo por ir a estudiar. Esto no puede volver a pasar”, expresó con angustia una madre de familia del sector.

Líderes comunitarios y autoridades rurales han solicitado urgentemente al Ministerio del Interior y a la Gobernación de Esmeraldas un refuerzo en la seguridad, incluyendo más patrullajes, cámaras de vigilancia y acciones preventivas que garanticen la integridad de la población estudiantil.

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