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Guayaquil

El secuestro sucedió en una de las viviendas de esta urbanización en el norte de Guayaquil.JOFFRE FLORES

Secuestro en Colinas de Ceibos: Una sábana, herramienta clave para rapto en ciudadela

El rapto sucedió en la madrugada del martes 9 de diciembre. Un exmiembro de las Fuerzas Armadas es la víctima

Un hombre fue secuestrado en la madrugada del martes 9 de diciembre desde una de las viviendas de la urbanización Colinas de Los Ceibos, sector residencial del norte de Guayaquil, que según información preliminar de la Policía Nacional, funcionaba como centro de reuniones. 

(Te invitamos a leer: Así secuestraron a hombre en Colinas de los Ceibos: habría pertenecido a las FF. AA.)

De acuerdo con datos proporcionados por la institución del orden, la persona plagiada sería un exmiembro de las Fuerzas Armadas que, además, había sido visto con su hermano en la residencia mencionada. Este rapto habría sucedido luego de que un grupo de hombres, distribuidos en varias camionetas, pretendieron ser miembros de las fuerzas policiales y amedrentaron a los guardias de la garita 1 del conjunto cerrado. 

La versión que conoció la Policía también menciona que, al encontrarse al pie de la vivienda de la cual se llevaron al exuniformado, notaron que había una escalera metálica que pudo haber servido para ingresar al domicilio y una sábana que se encontraba colgada en el cerco eléctrico de la vivienda. En el sitio, también se hallaron dos cartuchos de calibre 9 milímetros y una vaina "posiblemente de fusil".

Esta es la urbanización a la que ingresaron los secuestradores.

Así habría sido el secuestro: balizas y uniformes 

Aunque no se detalla la hora exacta en la que sucedió el secuestro, esta fuente policial asegura que los celadores de la garita principal detallaron a los investigadores que llegaron en tres camionetas de marca Chevrolet (dos blancas y una negra), que tenían luces similares a las balizas en la parte interna del parabrisas y se acercaron al filtro de ingreso para comentar que harían una inspección de rutina. 

Sin embargo, enseguida los apuntaron con armas de fuego y amenazaron para llevarse sus teléfonos de trabajo, sus celulares personales y material de las cámaras de videovigilancia. Al final, les advirtieron que no debían dar aviso de esta novedad. 

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