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Horno de día, congelador de noche: Así aguantan los guayaquileños el clima de la urbe
Desde mediados de agosto la ciudad enfrenta temperaturas cambiantes. Comerciantes aprovechan la demanda de bebidas frías, café, abrigos y colchas
Con sombrilla en una mano y abrigo en la otra, Josefina Zerna va a trabajar a diario en el centro de Guayaquil. El motivo son las cambiantes temperaturas que soporta la urbe durante la segunda quincena de agosto.
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“Entro a trabajar a las 12:30; a esa hora pega un solazo endemoniado. El bus me deja a seis cuadras de la oficina, por eso me protejo con el parasol. En cambio, a la salida (22:30), si uno no lleva chompa, se congela. El clima de Guayaquil está loco”, comentó.
María José Navarrete, estudiante de un instituto tecnológico del centro de la ciudad, vive una situación similar. “Entro a clases a las 16:00, a esa hora llego con sombrero porque el sol está asesino, pero cuando salgo a las 21:00 lo guardo y saco el abrigo, porque en cuestión de tres horas la ciudad pasa de ser horno a congelador”, mencionó.
Este contraste extremo de calor y frío resulta muy provechoso para los comerciantes de la zona, quienes ya no se acoplan solo a la estación del año, sino también al horario del día.
Comerciantes aprovechan el clima para mejorar ventas

Una comerciante informal que trabaja en los alrededores de la plaza Vicente Rocafuerte, en las calles 9 de Octubre y Pedro Carbo, contó que aprovecha las mañanas y tardes para vender aguas, jugos, colas, energizantes y otras bebidas bien frías, mientras que de noche saca su cantina eléctrica y prepara agua de hierbaluisa, chocolate y café bien calientes.
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“Durante el día vendo unas cuatro pacas -cada paca tiene 24 botellas- solo de agua, aparte de las otras bebidas. Esta última semana, que el calor ha estado de verdad fuerte, la venta se ha duplicado, diría. En las noches se vende menos porque hay menos gente en la calle, pero también buscan algo tibio para calentarse”.
Otros vendedores que han notado mejoría en sus ventas durante las últimas semanas son los que comercializan edredones, pasamontañas, bufandas y abrigos en la bahía de Guayaquil.
Luis Horna, quien tiene una isla de venta de las tradicionales “colchas de tigre” para el frío, calculó: “Hace dos meses no vendía ni una; desde finales de junio la gente empezó a buscarlas, y esta semana (del 18 al 24 de agosto) vienen unos diez clientes al día. Tampoco es que todos llevan, pero se nota que con el frío subió la demanda”.
Altas temperaturas se mantendrán en Guayaquil

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) emitió un boletín climatológico en el que explicó que las altas temperaturas de los últimos días se deben al bajo contenido de humedad en el ambiente y a la circulación de masas de aire secas.
También recomendó a la ciudadanía que durante las horas de calor extremo modifiquen sus rutinas para evitar la exposición directa al sol, mantenerse hidratados y usar protector solar para bloquear los altos niveles de radiación ultravioleta.
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