En un operativo estratégico contra la explotación ilícita de recursos naturales, unidades especializadas del Ejército ecuatoriano lograron desarticular un complejo minero no autorizado ubicado en las riberas del río Zamora, provincia de Zamora Chinchipe, al sur del territorio nacional, donde se procedió a la captura de 12 individuos presuntamente vinculados a estas actividades ilícitas.

Los capturados quedaron a disposición de las autoridades competentes para el respectivo proceso investigativo, según detalló un comunicado oficial del Ministerio de Defensa que destacó el uso combinado de avanzados sistemas de inteligencia castrense y tecnología de última generación para la localización y neutralización de este campamento ilegal que operaba en la zona.

El Estado ecuatoriano ha reiterado su compromiso en la lucha contra la minería ilegal, una actividad que, según sus autoridades, no solo representa un daño ambiental y económico, sino que además está fuertemente vinculada a estructuras del crimen organizado.

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Las acciones gubernamentales buscan desmantelar estas redes ilícitas que operan en zonas estratégicas del país, donde la presencia estatal ha sido históricamente limitada y la minería ilegal ha crecido al margen de la ley.

Las unidades combinadas de las Fuerzas Armadas ejecutaron también un nuevo despliegue contra la mineria ilegal esta vez en el sector de Taisha (Morona Santiago). La intervención militar forma parte de la estrategia nacional para erradicar este flagelo que afecta zonas sensibles de la Amazonía ecuatoriana.

Entre los elementos decomisados destacan:

• Maquinaria industrial: Excavadoras y sistemas de succión de alto caudal
• Infraestructura logística: Plantas eléctricas, equipos de conexión remota (incluyendo antena satelital) y herramientas especializadas
• Combustible y capital operativo: Depósito con 125 galones de carburante y USD 1.961 en efectivo

Incertidumbre tras masacre de militares en zona minera

Uno de los episodios más graves en este contexto ocurrió el pasado 9 de mayo de 2025, cuando once miembros de las Fuerzas Armadas del Ecuador fueron asesinados en una emboscada en el sector del Alto Punino. 

Las autoridades atribuyen este violento ataque a integrantes de los Comandos de la Frontera, un grupo armado irregular considerado una disidencia de la extinta guerrilla de las FARC. No obstante, en un comunicado cuya autenticidad aún se debate, la organización negó haber participado en el hecho, lo que ha generado incertidumbre sobre los responsables directos del ataque.

En los últimos años, la zona del Alto Punino, ubicada en la frontera entre las provincias amazónicas de Napo y Orellana, ha experimentado un notable incremento en la presencia de asentamientos dedicados a la extracción ilegal de oro. Esta región, que se sitúa cerca del límite con Colombia separada por la provincia de Sucumbíos, se ha convertido en un punto crítico de actividades mineras no reguladas.

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