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El ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo, y el del Interior, John Reimberg, aparecieron junto a Fito tras su captura.Cortesía

¿Error o estrategia? El dilema tras la videollamada con alias Fito

Expertos cuestionan el manejo comunicacional del Gobierno y advierten que el problema no habría sido hablar con Fito, sino cómo —y cuándo— lo contaron

La confirmación de una videollamada entre el ministro del Interior, John Reimberg, y José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, mientras este último seguía prófugo, ha llevado a un debate público sobre la transparencia, la legalidad y el verdadero alcance de esa comunicación.

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Aunque al principio hubo un aparente silencio oficial, fue el propio funcionario quien terminó confirmando lo que ya se comentaba con fuerza en redes sociales: que sí existió un contacto con el líder de Los Choneros.

Contradicciones en la información sobre alias Fito

El problema no habría sido la videollamada en sí, sino la forma en que el tema fue manejado por el Gobierno, sobre todo porque la revelación llegó desde Colombia, a través de un reportaje de Noticias Uno, que publicó una carta presuntamente enviada por alias Fito a la embajadora colombiana en Quito, pidiendo que actúe como garante en su entrega. Fue dos días después de eso que el ministro Reimberg recién confirmó la llamada, en una entrevista que se viralizó en redes sociales.

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Para el abogado constitucionalista Julio César Cueva, si el Gobierno de Colombia niega haber recibido esa carta, la hipótesis de la entrega pactada pierde fuerza. Además, considera que el contacto directo con Fito tuvo sentido como medida de verificación, ya que sin sistemas de reconocimiento de voz o rostro, era necesario ver al interlocutor para confirmar que no se trataba de un engaño o una emboscada.

Sin embargo, Cueva también cree que hubo un error comunicacional serio y una falta de claridad por parte del Gobierno. Aunque defiende que ciertos detalles deben mantenerse en reserva por motivos de seguridad e inteligencia, critica que no se haya dicho de forma contundente que no se podía revelar todo por razones tácticas.

El analista Mauricio Alarcón coincide: “La mala comunicación es lo que ha generado más dudas que certezas. Si se hubiera dicho desde un inicio que hubo una negociación para facilitar la entrega de Fito, eso no habría sido mal visto. El problema fue negarlo, ocultarlo y luego admitirlo parcialmente”.

La noticia sobre la captura de Fito en Colombia (minuto 3)

Politización de la fuga y captura de Fito

Kléber Carrión, exoficial de Inteligencia, también está de acuerdo con la existencia del contacto. “No hay que satanizar la conversación. Fito es un líder criminal con influencia y, como tal, busca interlocución directa. El error es maquillar la realidad”, señala. Desde su experiencia, estas comunicaciones son parte del trabajo de inteligencia, siempre y cuando no haya pactos de impunidad.

Para el especialista, el verdadero problema es la politización de la seguridad. Sostiene que la presión política ha llevado al Gobierno a cometer supuestas “torpezas” comunicacionales y que sectores contrarios hayan intentado presentar la conversación como un pacto encubierto con la delincuencia organizada.

Cueva también hace una distinción clara: “Hablar con un criminal no es necesariamente pactar con él. Si Fito llamó para decir: ‘Me quiero entregar, garantícenme la vida’, eso no es ilegal. El Estado tiene la obligación de proteger su vida. Otra cosa es aceptar condiciones inaceptables como impunidad o devolución de bienes”.

Y concluye: “No tiene sentido decir que fue una entrega pactada si lo capturaron en un búnker escondido, y no saliendo a entregarse en una caravana. Fue una captura, no una entrega voluntaria”.

El video de la captura de alias Fito

¿El Gobierno se reserva información?

Una posible razón detrás del manejo reservado del caso Fito sería la existencia de otros cabecillas aún prófugos, como alias Fede. Así lo sugiere el abogado Julio César Cueva, quien sostiene que dar detalles precisos sobre cómo se logró ubicar y capturar a Fito podría alertar a otros criminales buscados, comprometiendo futuras operaciones.

Desde esa perspectiva, el hermetismo del ministro John Reimberg no sería necesariamente un intento de ocultar información, sino parte de una estrategia de contrainteligencia. Cueva añade que revelar si se usaron interceptaciones, rastreos o seguimientos específicos sería como “enseñarles a los demás de qué cuidarse”.

Kléber Carrión coincide: los procesos de inteligencia requieren manejar tiempos, fuentes y resultados con cautela. “No se puede operar bajo presión mediática cuando aún hay objetivos en curso”.

No obstante, Mauricio Alarcón considera que no es necesario dar los detalles específicos, pero sí que haya transparencia.

Datos clave sobre la videollamada con alias Fito

  • Noticias Uno, de Colombia, informó sobre la negociación que habría existido antes de la captura de alias Fito y sobre la videollamada con el ministro del Interior, John Reimberg.
  • El funcionario publicó en X que “Canal 1 de Colombia miente”, pero dos días después, en una entrevista, él mismo confirmó que sí hubo una larga videollamada.

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