Una mujer que había sido secuestrada la noche del miércoles 25 de junio en el sector de Guerreros del Fortín, noroeste de Guayaquil, fue rescatada por la Policía Nacional tras una persecución y un operativo conjunto con personal de la Unase. Dos personas fueron aprehendidas, un vehículo robado fue recuperado y se decomisó un arma de fuego.

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El hecho se conoció aproximadamente a las 20:15, cuando una ciudadana se acercó a un patrullero policial solicitando ayuda. Con voz desesperada, informó que su hija había sido secuestrada por sujetos encapuchados que irrumpieron en su local comercial y la obligaron a subir a un vehículo tipo taxi, color amarillo, marca Nissan Sentra.

Con la descripción proporcionada, los agentes iniciaron un patrullaje preventivo y focalizado. A la altura de la ciudadela La Consolata, divisaron un vehículo con características similares al reportado. Al intentar detenerlo, el conductor evadió el control y emprendió la huida, realizando maniobras peligrosas que pusieron en riesgo la vida de los uniformados y de transeúntes.

La persecución terminó cuando el vehículo se accidentó contra los muros de la calle Modesto Luque. En ese punto, la Policía logró interceptar el automotor y neutralizó al conductor, identificado como Nicolás Morales Serna, de nacionalidad colombiana y 20 años de edad. El sujeto presentaba lesiones visibles en el rostro producto del accidente.

Los reconocieron

La madre de la víctima identificó plenamente al detenido como uno de los participantes en el secuestro. Además, al verificar el vehículo, se comprobó que las placas GBN-4778 no coincidían con el número de chasís y motor. Según el sistema SIIPNE 3W, el vehículo correspondía a otro con placas GSF-9084, reportado como robado el 31 de marzo de 2025 en el distrito Portete.

Con apoyo de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (UNASE), los uniformados se trasladaron hasta la urbanización Colinas del Sol, donde se presumía que mantenían cautiva a la víctima. Al llegar al inmueble señalado (coordenadas -2.1246667, -79.9347500), los policías fueron recibidos con disparos desde el interior de la vivienda, por lo que se protegieron tras los vehículos institucionales y aplicaron técnicas de verbalización.

Minutos después, uno de los sospechosos depuso su actitud hostil, permitiendo el ingreso de los agentes. En el interior fue hallada y liberada y entregada a sus familiares. También se decomisó un revólver en poder del agresor.

Durante la intervención, se conoció que los secuestradores exigían 50 mil dólares como rescate por la víctima.

El detenido, el arma de fuego y el vehículo fueron ingresados con cadena de custodia a la Policía Judicial. La madre de la víctima fue trasladada a la Fiscalía para formalizar la denuncia ante el fiscal de turno quien dispuso continuar con el procedimiento legal correspondiente.