A más de un año del inicio de la operación comercial del Metro de Quito, el sistema ferroviario más ambicioso del país sigue enfrentando cuestionamientos. La falta de contratos definitivos de mantenimiento, problemas técnicos y demoras en contrataciones han generado dudas sobre su funcionamiento seguro.

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Durante este tiempo se han registrado fisuras en los rieles y fallas técnicas que han obligado a suspender el servicio en varias ocasiones. Mientras las autoridades aseguran que hay contratos y planes en marcha, concejales y expertos advierten que los retrasos comprometen la seguridad y experiencia de los usuarios.

Contratos parciales y fallidos

El gerente del Metro, Juan Carlos Parra, informó al Concejo Metropolitano que algunos contratos están vigentes: Siemens mantiene el sistema de energía hasta octubre de 2029, y la operadora actual cubre estaciones y sistemas auxiliares hasta noviembre de 2028.

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Sin embargo, el contrato para infraestructura, superestructura y sistemas electromecánicos fue declarado fallido, pues la empresa adjudicada no presentó garantías. Desde enero de 2025, la Empresa Metro asumió temporalmente este mantenimiento sin un contrato externo, pero bajo un plan aprobado. Parra afirmó que se trabaja en los correctivos mediante contrataciones como el perfilado de vía. El contrato para el mantenimiento del material rodante (los trenes) está en fase de adjudicación, tras una etapa de convalidación de errores. Parra aseguró que pronto habrá un acuerdo a largo plazo para este componente.

Desgaste en rieles del Metro de Quito

Diego Mosquera, coordinador de mantenimiento, detalló que se han detectado signos de desgaste en los rieles, lo que llevó a iniciar el proceso de contratación del servicio de reperfilado de carril, con un presupuesto referencial de $2,2 millones. Esta tarea es clave para la seguridad ferroviaria. El proceso está en fase precontractual. Se han solicitado cotizaciones a empresas locales y ya se han recibido tres propuestas, incluyendo firmas internacionales. Estas serán evaluadas considerando criterios como producción nacional, maquinaria y experiencia.

Advertencias y labores de corrección

Mosquera explicó que se usa un equipo de auscultación por ultrasonido para detectar daños no visibles. Cuando se identifican anomalías, se ejecutan labores correctivas. Para el reperfilado, se requiere maquinaria especializada como perfiladoras y amoladoras, que deberá traer la empresa adjudicataria. El contrato podría firmarse entre noviembre y diciembre de 2025.

El retraso en la firma de contratos ha desatado críticas en el Concejo. Andrés Campaña recordó que el 3 de febrero fue declarado desierto el contrato integral de mantenimiento. Tras esto, la Empresa Metro asumió temporalmente esas funciones, pero Campaña advirtió que no cuenta con la capacidad técnica necesaria para hacerlo sola. También señaló que la fiscalizadora del sistema advirtió que el perfilado debe realizarse en un plazo máximo de 4 a 6 meses, ya cerca de vencerse sin contrato vigente.

Baja demanda y malestar entre usuarios del Metro de Quito

“El metro debió haber comenzado sus operaciones con los contratos de mantenimiento ya adjudicados, los diez contratos necesarios para su funcionamiento adecuado. Lamentablemente no fue así y, tras un año y seis meses, seguimos sin un contrato clave para la seguridad del sistema”, cuestionó Campaña.

La edil Analía Ledesma también expresó su preocupación y preguntó quién controla técnicamente la operación. Recordó que el sistema fue diseñado para movilizar 400.000 personas al día con 18 trenes, tras una inversión de más de $2.100 millones. Sin embargo, actualmente moviliza apenas una cuarta parte de esa cifra. 

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