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“Ni los rateros vienen”: la crisis de despoblamiento en la avenida Amazonas de Quito
Hubo 2.800 negocios en La Mariscal y la avenida Amazonas, hoy apenas sobreviven 600. Comerciantes denuncian abandono y arriendos impagables
El barrio La Mariscal y la avenida Amazonas, que durante décadas fueron el epicentro turístico y comercial de Quito, llevan años sumidos en un proceso de despoblamiento y deterioro. La pandemia aceleró la fuga de vecinos, el cierre de negocios y el aumento de locales vacíos.
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Hoy es común ver letreros de “se alquila” o “se vende” en las fachadas despintadas de casas y edificios.
Ante esta crisis, el Municipio impulsa una ordenanza con incentivos tributarios, flexibilización de licencias y la creación de un “Distrito de Innovación”, que busca devolverle vida a una de las zonas más emblemáticas de la capital.
“Un plan que nació hace años”
Fernando Rueda, presidente de la Asociación de Hoteles de La Mariscal, asegura que lo que hoy se debate en el Concejo no es nuevo.
“Ese plan lo desarrollamos hace cuatro años, cuando salíamos de la pandemia. La ordenanza busca cerrar el expendio de licor y reforzar la administración, pero mientras el Municipio no se una con los ciudadanos y la Policía, no va a servir”, afirma.

Rueda critica que el control del espacio público —incluidos habitantes de calle— se ha dejado en manos de la Policía, cuando debería ser competencia municipal. Y propone una medida más radical: la creación de una zona franca turística libre de impuestos en el corazón de La Mariscal.
“Sería más efectiva que la ordenanza. Si creas un epicentro con ocho cuadras libres de impuestos, nos llenamos y hacemos negocio”, asegura.
Un barrio sin clientes
La magnitud de la crisis se refleja en los números:
- Antes de la pandemia: 2.800 negocios activos.
- Hoy: apenas 600 sobreviven.
- Hoteles: ocupaciones que no superan el 15 %.
“Los que se fueron no regresarán, encontraron otros barrios”, lamenta Rueda. También plantea que los propietarios reduzcan los arriendos o incluso alquilen por días o semanas para evitar locales cerrados.
Esta es una de las causas para que cada vez haya más casas vacías. “Estamos tan despoblados que ni los rateros vienen. No tienen a quién robar. Si no hay negocios en La Mariscal, ¿para qué viene el ratero?”.

Contradicciones en la norma
La concejala Analía Ledesma advirtió sobre inconsistencias en la propuesta. Según explicó en el primer debate, el artículo 11 limita las licencias para bares y discotecas a la Plaza Quinde, pero el artículo 13 abre la puerta para que se venda alcohol en gran parte de La Mariscal.
“Queremos impulsar la residencialidad, pero ¿Cómo vamos a vivir aquí si no se puede dormir? Desde 2022, el 35 % de los habitantes se han ido; en 2025 seguramente será más del 50 %”, dijo.
Ledesma describió el ruido nocturno como “el infierno en la tierra” y cuestionó la capacidad de control municipal. “La AMC ya está desbordada. No podemos tener un policía detrás de cada ciudadano. Necesitamos un modelo como La Maré, en París, donde conviven bares, restaurantes y residencias en armonía”.
Los que resisten
Pese al abandono, algunos negocios se mantienen. Mauricio Muzo, comerciante con 40 años en la avenida Amazonas, reconoce que “aquí no se vende” porque los arriendos superan los mil dólares. “Desde hace cinco años el sector se dañó. Yo sobrevivo vendiendo por redes sociales”.

Dylan Medina, dueño del café El Farol, llegó hace dos años. Al inicio fue “muy difícil” por la delincuencia y el poco movimiento, pero asegura que con eventos culturales y constancia han logrado mantenerse. “Repoblar es posible, pero con buena gestión de vecinos y autoridades”.
¿Qué ofrece la ordenanza?
La iniciativa del Municipio forma parte de la campaña de las 3.001 obras y plantea:
- Incentivos económicos: reducción del 50 % en la Concesión Onerosa de Derechos y exoneración del 100 % en la Licencia Única de Actividad Económica para nuevos negocios.
- Edificabilidad: hasta 12 pisos en la Plaza Quinde y 18 pisos en otras zonas estratégicas.
- Licencias reguladas: bares y discotecas con una licencia por predio; en la Plaza Quinde, máximo dos por lote.
- Reordenamiento vial: estudio para volver bidireccional la avenida Amazonas.
- Distrito de Innovación: inversión público-privada de USD 4 millones para emprendimiento y cultura.
El reto
La norma busca repoblar siete zonas de La Mariscal, recuperar la residencia y aprovechar suelo subutilizado. Pero comerciantes y hoteleros coinciden en que el éxito dependerá de que las medidas se traduzcan en seguridad real, ocupación de locales y atracción de visitantes.
“La ordenanza puede ser el inicio, pero hay que sostenerla con control, inversión y promoción”, resume Fernando Rueda.
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