Seis parroquias del sur de Quito permanecen sin servicio regular de agua potable desde el pasado 9 de julio, tras la rotura de una tubería principal ubicada en el páramo del Antisana. Las labores para restablecer el sistema han requerido una intervención técnica de gran escala, con más de un centenar de trabajadores enfrentando duras condiciones climáticas en la zona afectada.

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Este domingo 13 de julio, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, informó a través de su cuenta oficial en la red social X que los trabajos han sido ininterrumpidos y que ya se ha logrado avanzar en la remoción de una parte importante del terreno comprometido. “Ya se ha retirado el 45 % del lodo que cubre la tubería en el Antisana. Más de 100 trabajadores enfrentan temperaturas de hasta -4 °C para estabilizar el terreno y remover 180.000 metros cúbicos de tierra”, escribió.

Hasta el mediodía de este domingo, se había logrado movilizar 120.000 metros cúbicos de tierra. El daño, según detalló el alcalde, afecta a un tramo de 300 metros lineales de tubería, lo que ha exigido una planificación meticulosa para su recuperación total.

¿Qué falta por hacer y cuándo volverá el servicio?

La reparación de la red hídrica contempla varias fases: excavación de una zanja, instalación de nueva tubería y pruebas técnicas mediante emisiones láser para detectar posibles fisuras antes de reactivar el suministro. Según Muñoz, estas tareas requieren al menos seis días más de trabajo continuo, por lo que se prevé que el restablecimiento completo ocurra entre el sábado 19 y el domingo 20 de julio.

“Después de esto viene la zanja, luego la tubería. Se hacen pruebas con emisiones láser para detectar fisuras. Estamos hablando todavía de seis días de trabajo”, explicó el alcalde. Añadió también que el objetivo es cumplir con un total de once días de intervención, dando por finalizadas las obras el próximo fin de semana.

Mientras tanto, para reducir el impacto del corte, se han desplegado 60 tanqueros que recorren las parroquias afectadas —como Guamaní, Chillogallo, Quitumbe, Turubamba, La Argelia y La Ecuatoriana— con el objetivo de repartir agua potable. El suministro está siendo monitoreado por la Agencia Metropolitana de Control (AMC) para evitar su comercialización irregular, tras varias denuncias comunitarias.

Además, se anunció la incorporación de 10 bladders o cisternas móviles que permitirán ampliar la cobertura en comunidades periféricas. “No hemos parado ni un solo minuto. Cada apoyo cuenta. Cada acción alivia”, enfatizó Muñoz en redes sociales.

¿Cómo se asiste a las poblaciones vulnerables?

El Patronato Municipal San José ha sumado esfuerzos para apoyar a los sectores más afectados, especialmente a los adultos mayores. Este sábado, su personal atendió a cerca de 500 personas de la tercera edad en 31 barrios del sur de la ciudad.

Gracias a las donaciones de ciudadanos y ciudadanas quiteñas, la entidad ha logrado recolectar:

• 6.835 litros de agua embotellada
• 350 kilos de frutas
• 550 paquetes de paños húmedos

La emergencia ha sido calificada por el alcalde como la más grave en la historia de Quito en cuanto al sistema de agua potable, debido a la magnitud del daño, la cantidad de personas perjudicadas, el número de trabajadores desplegados y la complejidad del terreno en el que se desarrolla la intervención.

Muñoz reiteró que, aunque es doloroso, se debe aceptar que el servicio estará interrumpido toda la semana. “Toda la semana estaremos sin agua hasta el fin de semana próximo. Es muy doloroso anunciarlo, pero es una responsabilidad que cumplimos. Todos trabajamos sin descanso para acortar el tiempo”, concluyó.

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